El método Kaizen, o cómo aplicar pequeños cambios que generen grandes resultados.
¿Qué es la metodología KAIZEN?
La palabra KAIZEN proviene de dos términos japoneses: kai, que significa “cambio” o “mejora”, y zen, que significa “bueno” o “bienestar”. La combinación de estos dos vocablos crea el concepto de mejora continua.
Kaizen se refiere al proceso de mejora continua en todos los aspectos de un negocio, desde la parte más organizacional, hasta las operaciones diarias que se derivan de la actividad de una organización.
En este sentido, el objetivo de este proceso consiste en optimizar las actividades que generan valor añadido para los clientes, y al mismo tiempo eliminar las ineficiencias.
Una de las claves de este método es que no se trata de alcanzar la perfección, sino de implementar pequeños cambios de manera gradual que permitan mejorar poco a poco los procesos sobre los que se aplica esta metodología.
¿Qué beneficios tiene?
• Permite realizar cambios económicos y que implican un nivel de riesgo bajo.
• Los cambios aplicados, al ser poco significativos, son fáciles de implementar.
• El proceso de mejora continua permite que cada miembro del equipo tome el control de sus procesos. Si algo no funciona para un miembro del equipo, puede realizar los cambios necesarios para optimizar su proceso individual.
• El método Kaizen permite a los equipos realizar modificaciones para adaptarse a entornos en constante cambio.
• Fomenta la curiosidad y el ingenio.
¿Por qué es importante para SOLUTE?
En SOLUTE, creemos que cualquier actividad que se lleve a cabo es susceptible de mejora, y que siempre se pueden eliminar ciertas ineficiencias, con el fin de hacer el proceso más productivo y competitivo.
SOLUTE trabaja y aplica en su día a día como organización la metodología KAIZEN, donde gracias a pequeñas acciones, dando pasos seguros y que no implican grandes inversiones, se consiguen pequeñas victorias (“quick wins”) que llevan a grandes cambios en el largo plazo.
En este proceso de mejora continua, se encuentran involucrados todos los niveles de la organización. De este modo, se consigue un rápido compromiso de todos los empleados, quienes sienten suyos los procesos.
Se trata de empoderar a todos los trabajadores para que participen en el proceso y reflexionen sobre su trabajo diario y los procesos en lo que se encuentran inmersos. De esta manera, se pueden implementar pequeños cambios que les ayuden a trabajar más cómodamente y ser más productivos en su día a día, y con ello a ofrecer un mejor servicio a nuestros clientes.
El proceso de mejora continua debe ser un proceso iterativo y de reflexión constante. Por este motivo, aplicamos metodologías ágiles y dinámicas de “Design thinking”. Como decimos, no se trata de buscar la perfección, sino de obtener pequeñas victorias que celebrar con las que seguir mejorando y creciendo cada día.
